Mi encuentro con las músicas tradicionales y sabias del mundo, mi interés por las artes y las filosofías centradas en el desarrollo del « Ser más bien que del tener » me han permitido afinar y afirmar mi gusto por las bellas sonoridades, mi gusto del bello y buen sonido (que hace bien). Gracias a esta aproximación, he entrado, poco a poco, en una mejor comprensión del lugar global del sonido y de la música en la vida.
Así, en 1986 he empezado a modificar el acorde de mis instrumentos. He encontrado fabricantes de flautas dulces (artesanos), trabajado con un fabricante belga y escuchado instrumentos originales. He podido comparar, muy precisamente, las formas de las flautas dulces de los siglos XVI, XVII y XVIII , que he visto en diversos museos de Europa, con las flautas dulces que se construyen actualmente. He tocado también flautas de 5 y 6 agujeros, (viniendo de culturas europeas y de otros lugares) que están fabricadas en caña o en bambú.
Mi búsqueda en la armonización consiste en escuchar el instrumento tocándolo a fin de comprender su sonoridad, lo que me cuenta y lo que puedo decir y cantar con él. Me pongo a la escucha de sus cualidades y de sus defectos. Percibo si hay una pérdida de expresión y adivino sus potencialidades para poder hacer emerger la personalidad musical inherente a la estructura de la flauta. Ella es como un ser vivo que debe alcanzar su madurez « de adulto », cuyo destino es producir frutos adaptados al alma, convirtiéndose así en comida humana. Pienso en « el instrumento » como en nuestro « órgano voz » con el que hablamos y cantamos.
Mis técnicas de armonización de una flauta reposan sobre el equilibrado y el dinamismo de sus formas y de sus volúmenes para conducirla hacia una mejor precisión; que cada sonido adquiera una sonoridad rica armónicamente, que nos conmueva y que sea energéticamente estimulante.
De modo concreto, actúo sobre el conjunto del canal del instrumento, sobre la ventana, sobre el bisel, sobre todos los agujeros, en todo el perforacion así como sobre el barniz en el exterior. Regulo el diapasón del instrumento según las necesidades del músico y sobre el conjunto de sus notas y trabajo sobre la continuidad y la plenitud de la vibración sonora que es perceptible para mí. Reparo también las ranuras y los tenon de empalme de las tres partes de la flauta dulce.
Armonizo las flautas de pico, recientes y antiguas, de fabricación industrial o artesanal : Instrumentos solistas y aquellos que se tocan en conjunto. Soprano, alto, tenor, , baja, sopranino, en los diferentes diapasones y formas que existían en los períodos Barroco, Renacimiento y Edad Media y en el diapasón moderno (LA 442).
Mi gusto por el sonido de la música anterior al siglo 18º me ha conducido a desarrollar mi ejecución sobre las flautas de pico en madera. La riqueza sonora de las diferentes tallas de flautas dulces (con diapasones en LA 440, en 415 y en 392) me ha profundamente impresionado. Muy rápido, he percibido las cualidades y las debilidades de las flautas dulces que tocaba, que probaba o que escuchaba en los conciertos a los cuales asistía. es
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